Somos el resultado de nuestros hábitos, buenos y malos; de los aprendidos y de los adquiridos. Los primeros nos fueron inculcados, mientras que los segundos los adquirimos por el ejemplo en otros, el consejo o incluso por la necesidad. En consecuencia, podríamos concluir que los buenos hábitos forman personas saludables mientras que los malos hábitos nos convierten en personas con deficiencias para cumplir con nuestro propósito. Estos hábitos tienen que ver literalmente con todo: qué y cómo comer, descansar, posturas, diálogo y comunicación, etc.

Me invitan regularmente a compartir una Master Class acerca de «Los hábitos de Jesús», en esta exposición hablo de 30 hábitos de la persona de Cristo y de cómo estos influyeron para que en su corto período de tiempo (hablamos de 3 años y medio, aproximadamente) el ministerio o trabajo de Jesús se llevara a cabo con rotundo éxito. Pronto haré un webinar sobre eso, estoy seguro que te va a ayudar mucho.

Somos el resultado de nuestros hábitos, buenos y malos.

Uno de esos hábitos es el descanso. De entrada, te recordaré que hay 3 cosas que son inevitables en la vida del ser humano y de hecho son considerados los pilares de la salud: comer, beber y descansar. Podría faltarte un iPhone, pero no la comida. Podría faltarte el plan de datos, pero no un garrafón de agua. Podría faltarte una pantalla de 70″ en la sala, pero no una buena siesta.

Descansa lo necesario

Bueno, incluso se ha puesto en la mesa el debate acerca del horario de verano/invierno. Se considera que «ese pequeño cambio» ha provocado afectaciones en la salud de las personas como los ataques cardíacos, un aumento de los accidentes cerebrovasculares y la falta de sueño en los adolescentes, según Beth Ann Malow, profesora de Neurología y Pediatría en el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Estados Unidos.

“Basado en abundante evidencia de que el horario de verano no es natural ni saludable, creo que deberíamos abolir el horario de verano y adoptar un horario estándar permanente”, sentencia Beth Ann Malow

A continuación te dejo algunos puntos importantes del estudio:

• Retroceder una hora es benigno; adelantar una hora el reloj de manera permanente causa un desequilibrio en el organismo.
• Exponerte a la luz natural hasta tarde retrasa la liberación de melatonina en el cerebro, la hormona que promueve la somnolencia y entonces, hace que no tengas sueño y en consecuencia, duermes menos.
• Las personas que viven en el borde occidental de una zona horaria, reciben luz más tarde en la mañana y más tarde en la noche, duermen menos que sus contrapartes en el borde este de una zona horaria, sus consecuencias son: tasas más altas de obesidad, diabetes, enfermedades cardíacas y cáncer de mama, así como un ingreso per cápita más bajo y costos de atención médica más altos.

Un aliado

Está comprobado científicamente que aunque nuestro cuerpo requiere descansar de 6 a 8 horas en promedio (variable por factores como la edad), no es lo mismo descansar de 10 pm a 6 am, que de 12 am a 8 am. En ambos casos son 8 horas pero la diferencia de horas repercute considerablemente en el correcto funcionamiento de nuestro organismo.

Un enemigo

Pero también descansar de más es un problema, ya sea que lo consideres un acto heroico o un súper poder, el exceso de descanso repercute considerablemente en tu proyecto de vida.

³⁰ Pasé por el campo de un perezoso,
por el viñedo de uno que carece de sentido común.
³¹ Vi que habían crecido espinos por todas partes.
Estaba cubierto de maleza,
y sus muros, destruidos.
³² Entonces, mientras miraba y pensaba en lo que veía,
aprendí esta lección:
³³ un rato más de dormir, un poquito más de sueño,
un breve descanso con los brazos cruzados,
³⁴ entonces la pobreza te asaltará como un bandido;
la escasez te atacará como un ladrón armado.
Proverbios 24.30-34 (NTV)

De este pasaje, destaco 2 enseñanzas:

1. Hay dos tipos de personas: los perezosos (los que se exceden «descansando») y los que carecen de sentido común (los que «así están bien» con sus malos hábitos).
2. Donde el descanso no es el adecuado se producen malos resultados; si eres de los que descansan mucho, la consecuencia es que pierdes visión de vida, es decir, no se hace nada desde la comodidad de la almohada, se requiere levantarse y accionar para que tu vida tenga propósito. Por otro lado, es fácil identificar a los que carecen de sentido común para el descanso, son los que tienen el súper poder de dormirse a las 3 am y despertar a las 6 am «como si nada» y «¡qué bien se sienten!», pero no es cierto, este tipo de personas son las que no rinden en sus empleos, las que cometen errores en sus tareas laborales, tienen accidentes y no se dieron cuenta y etc.

Esta es una lista de «porqué las personas duermen tarde», no tengo dudas y sí tengo muchas pruebas:

• Exceso de Netflix
• Exceso de Facebook
• Exceso de Instagram
• Exceso de TikTok
• Exceso de YouTube
• Exceso de WhatsApp
• Exceso de memes
• ¿Cuántas más conoces? ¡Coméntalo en mis Redes Sociales!

La respuesta simple para el falto de sentido común es:

Sin el descanso adecuado no hay prosperidad

En conclusión, la única manera de alcanzar una vida próspera y con propósito consiste en dos sencillas acciones:

1. Descansa lo necesario, tu cuerpo estará listo para la acción todos los días y podrás cumplir con todas tus expectativas y compromisos.
2. Dile NO a la pereza. El tiempo pasa y un día ya no tendrás el espacio necesario para desarrollar tus talentos. También recuerda que las habilidades que no se usan para bien, terminarán funcionando para mal.

No dejes que tu campo se llene de hierba y animales ponzoñosos, trabaja tu campo y recoge sus frutos.