noviembre 16, 2024

El diablo también abre puertas: el discernimiento espiritual en el líder cristiano4 minutos de lectura

¿Eres un líder cristiano, navegando por el día a día de tu ministerio? En medio de reuniones, oraciones y planificación de actividades, de repente, una puerta se abre. ¡Una oportunidad que parece perfecta! Pero, ¿qué tal si te dijera que no todas las puertas abiertas son de Dios? A veces, el enemigo también puede abrir puertas, disfrazándose de ángel de luz, y es aquí donde entra la importancia del discernimiento espiritual.

La necesidad de discernimiento

El discernimiento espiritual es como un radar interno que te ayuda a detectar la procedencia de esas oportunidades. A lo largo de la Biblia, encontramos personajes que tuvieron que aprender a distinguir la voz de Dios de las artimañas del enemigo. Por ejemplo, el apóstol Pablo, en su carta a los filipenses, nos recuerda que debemos pedir a Dios que nuestro amor abunde en conocimiento y discernimiento (Filipenses 1:9-10). Esto significa que, como líderes, no podemos simplemente aceptar cualquier oferta que se nos presente. Necesitamos sopesar cada oportunidad y preguntarnos: ¿realmente proviene de Dios?

El enemigo disfrazado

Cuando pensamos en el diablo, a menudo imaginamos a alguien con cuernos y cola, pero la realidad es que él es astuto. En 2 Corintios 11:14, Pablo nos advierte que Satanás se disfraza de ángel de luz. Esto significa que las tentaciones pueden llegar de manera atractiva. Puedes estar en medio de un evento y escuchar una propuesta brillante que promete crecimiento inmediato, pero no siempre es lo que parece.

Tomemos como ejemplo a Jesús. En el desierto, cuando fue tentado, Satanás le ofreció oportunidades que parecían inmejorables: convertir piedras en pan, demostrar su poder y recibir el dominio de todos los reinos. Pero Jesús, con una firmeza impresionante, rechazó cada una de esas ofertas, recordándonos que no todo lo que brilla es oro. Cada puerta abierta debe ser examinada con la luz de la verdad.

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Dirección espiritual: un faro en la oscuridad

Así como un faro guía a los barcos en la oscuridad, la dirección espiritual es esencial para un líder. ¿Y cómo se obtiene esta dirección? A través de la oración, la lectura de la Biblia y el consejo de otros creyentes. Proverbios 3:5-6 nos invita a confiar en el Señor con todo nuestro corazón y no apoyarnos solo en nuestra propia comprensión. En un mundo donde las oportunidades pueden ser engañosas, depender de Dios es nuestra mejor estrategia.

Es fundamental recordar que no todas las puertas abiertas requieren que entremos de inmediato. A veces, la espera es una parte crucial del proceso de discernimiento. Mientras esperas, Dios puede revelarte más sobre esa oportunidad y sobre Su propósito en tu vida. En este sentido, la paciencia se convierte en una virtud invaluable.

Señales de una puerta divina

Ahora bien, ¿cómo podemos identificar si una puerta abierta realmente proviene de Dios? Hay ciertas señales que pueden guiarnos:

1. Consistencia con la Palabra de Dios. Si una oportunidad contradice principios bíblicos, no hay que pensarlo dos veces; no es de Dios.

2. Paz interna. La paz que Dios nos da es un indicador poderoso. Colosenses 3:15 nos recuerda que la paz de Cristo debe gobernar nuestros corazones. Si al considerar la oportunidad sientes inquietud, es momento de parar y reflexionar.

3. Confirmación externa. A veces, necesitamos que otros nos ayuden a ver lo que nosotros no vemos. Buscar la opinión de mentores o amigos de confianza puede ofrecer claridad.

4. Frutos espirituales. Una puerta abierta por Dios traerá frutos. Si lo que te ofrecen te aleja de tu propósito o de Dios, entonces es hora de reconsiderar.

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Manteniendo el enfoque

Finalmente, es vital recordar que nuestro propósito principal es glorificar a Dios. En este camino, debemos estar alerta a las distracciones que puedan presentarse. La historia de José en el Antiguo Testamento es un buen recordatorio de esto. A pesar de enfrentar múltiples tentaciones y oportunidades para rendirse, él se mantuvo firme en su llamado y, al final, fue usado por Dios de una manera sorprendente.

Conclusión

En el viaje del liderazgo cristiano, el discernimiento y la dirección espiritual son tus mejores aliados. No todas las puertas abiertas son necesariamente de Dios; el enemigo también sabe cómo ofrecer oportunidades tentadoras. Al mantener una relación cercana con Dios y buscar Su guía en cada decisión, puedes estar seguro de que avanzarás en el camino correcto. Así que, la próxima vez que una puerta se abra, pregúntate: ¿realmente es Dios quien está abriendo esta puerta, o solo parece ser una buena oportunidad? La respuesta puede marcar la diferencia en tu ministerio y en tu vida.

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